La "Verdad" es algo que probablemente nunca tenga un dueño. Pero sí podemos adquirir una serie de conocimientos que nos ayuden a discernir entre lo lógico y lo ilógico. Entre lo probable y lo imposible, si es que hay, claro, algo "imposible".
La razón por la que escribo este blog es porque estoy interesado en conocer de donde venimos, somos realmente un proceso evolutivo o es que hubo una intervención divina (o no tan divina) para que seamos la única especie sobre la tierra que no actúa sólo de forma instintiva, y no sólo eso, somos la única especie que ha aprendido a usar a su conveniencia a otras especies. Cuando decimos que estamos en el pináculo de la pirámide no nos falta razón, usamos a nuestra conveniencia otras especies vivas ya sea para alimentarnos o vestirnos, como también para entretenernos.
Desde mi punto de vista hay dos posibles respuestas a esta interrogante. La primera es que somos un proceso evolutivo aleatorio, tan insignificante como la proporción de los años que tenemos como especie versus los años que tiene el universo.
La segunda posible respuesta sería que sí tenemos un propósito para existir, o que al menos no fuimos creados al azar por la naturaleza. Ahora bien, ¿Qué o quién fue determinante para que nosotros demos por iniciada nuestra existencia?.
Deberíamos entonces entrenar el saludable hábito de cuestionar, cuestionar lo que se nos dice como verdad absoluta. Cuestionar lo dogmático y lo "lógico. Practicar abrir nuestra mente a un sinfín de posibilidades que encajan en las huellas que la historia nos ha dejado como evidencia de un mundo asombroso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario